Guardianes de La Gomera: Ecoturismo Participativo

Por la mañana : Ruta en la reserva natural especial de Puntallana. 3.5 horas.

Esta ruta pone en valor la geología. Su guía le hará viajar en el tiempo, desde el origen volcánico de Canarias hasta las particularidades únicas de La Gomera. Descubrirá los procesos de formación de los órganos volcánicos, de la plataforma de abrasión marina, de las islas bajas, de los piroclastos… La Reserva Natural de Puntallana es un auténtico libro abierto donde se revela toda la historia volcánica de la isla. Su guía le ayudará a “leer” e interpretar este paisaje grandioso, mucho más que una simple postal.

Pero Puntallana no se limita a la geología. Su patrimonio botánico es igualmente sobresaliente: una vegetación costera y halófila extremadamente bien conservada, que alberga especies endémicas, a veces exclusivas de este lugar.

La dimensión cultural es también muy rica. La reserva acoge el santuario de la patrona de la isla, la Virgen de Guadalupe. Allí conocerá su leyenda y las tradiciones que se celebran en su honor: la fiesta anual y, aún más extraordinaria, la gran celebración lustral que tiene lugar cada cinco años.

Puntallana es un verdadero tesoro de La Gomera, un lugar fascinante que merece ser descubierto y, sobre todo, explicado para comprender todo su valor.

Por la tarde : Visita de San Sebastián. 2.5 horas

Descubre el centro histórico de San Sebastián de La Gomera y déjate seducir por sus monumentos emblemáticos: la iglesia de la Asunción, la Torre del Conde o la famosa calle Real.
Tu guía te sumergirá en la apasionante historia de esta pequeña ciudad, marcada por la conquista, los grandes navegantes como Cristóbal Colón o Juan de la Cosa, así como por el levantamiento de los gomeros.
La visita continúa por el paseo marítimo, hilo conductor para comprender la historia de la isla. Descubrirás cómo La Gomera, durante mucho tiempo aislada, se transformó con la creación tardía del puerto, su apertura al mundo, la gran ola de emigración hacia el Nuevo Mundo, la llegada del ferry y el desarrollo del turismo.
Tu guía te contará cómo esta isla, antaño estratégica pero durante mucho tiempo cerrada sobre sí misma, poco a poco se fue abriendo al resto del mundo, preservando siempre su autenticidad.

Por la mañana: Voluntariado en el parque nacional del Garajonay

El valor ecológico de la laurisilva es extraordinariamente alto: este bosque ancestral alberga la mayor biodiversidad de Canarias y constituye uno de los ecosistemas más frágiles y valiosos del archipiélago. Preservarlo requiere un trabajo constante por parte de los técnicos del Parque Nacional, que se enfrentan a su principal amenaza: las especies introducidas, tanto animales como plantas, capaces de alterar el equilibrio natural del bosque.

Durante este medio día acompañaremos a técnicos del parque en una de sus labores esenciales: la eliminación de estas especies invasoras. El tipo de intervención varía según la época del año y también cambia la zona en la que se actúa. Antes de comenzar, un guía del parque explicará por qué este trabajo es tan importante y cómo debemos proceder para colaborar de forma segura y eficaz.

Participar en esta actividad permite comprender de primera mano el impacto real de las especies invasoras sobre la biodiversidad y, al mismo tiempo, acercarse al trabajo diario de quienes protegen este bosque único. Además de disfrutar de la belleza de la laurisilva, tendréis la oportunidad de contribuir activamente a su conservación.

Por la tarde: Ruta botánica en el Parque Nacional del Garajonay

La ruta botánica discurre por el Parque Nacional del Garajonay declarado Patrimonio de la Humanidad, un escenario donde cada paso revela un fragmento de historia natural. Gracias a las explicaciones del guía, el recorrido deja de ser un simple paseo y se convierte en una experiencia de descubrimiento profundo. La laurisilva, con su atmósfera fantasmagórica, alberga un sorprendente número de especies endémicas: es un auténtico laboratorio de la evolución, un lugar donde la vida ha seguido caminos propios durante millones de años.

A lo largo del camino, aprenderéis a identificar algunas de las especies más emblemáticas y a compararlas con sus parientes continentales. Este bosque, lleno de vida, es también un bosque “fósil”, un testigo de aquellos ecosistemas que antaño cubrían vastas regiones del continente.

Entre la belleza casi mágica del paisaje, la bruma que envuelve los árboles, iréis descubriendo la historia natural que la laurisilva guarda en sus hojas, en sus troncos y en su niebla. Es un viaje al pasado, pero también una invitación a comprender el presente de un ecosistema único en el mundo.

Por la mañana : Voluntariado en el Oasis de Oxígeno

El Oasis de Oxígeno es un proyecto impulsado por la Asociación para un Turismo Sostenible en La Gomera (ATUSOS), de la cual Ipalan forma parte como socio. Su propósito es compensar la huella de carbono generada por la actividad turística mediante la reforestación con especies autóctonas, contribuyendo así a frenar la desertificación y a regenerar ecosistemas únicos de la isla.

Durante la actividad, el guía explicará qué especies se utilizan en la reforestación, por qué se eligen y qué técnicas se aplican, entre ellas el uso del «cocoon», un sistema que ayuda a retener la humedad y favorece el crecimiento de las plantas jóvenes. Según la época del año, vuestra colaboración puede consistir en plantar, regar o realizar labores de mantenimiento, siempre adaptadas a las necesidades reales del proyecto.

Gracias a esta participación, no solo podréis compensar parte de vuestra huella de carbono, sino también contribuir activamente a la lucha contra la desertificación y a la conservación de la biodiversidad de La Gomera. Además, esta experiencia ofrece la oportunidad de comprender de cerca el valor del trabajo de restauración ecológica en la isla.

El precio del viaje incluye una aportación de 30 € por persona destinada íntegramente al proyecto.

Por la tarde: Salto de pastor en el parque rural de Valle Gran Rey

Por la tarde nos adentraremos en otro espacio natural protegido: el Parque Rural de Valle Gran Rey. A diferencia de un parque nacional, un parque rural combina la preservación de la naturaleza con la protección de los paisajes agrícolas tradicionales, especialmente las terrazas de cultivo que modelan las laderas. Este lugar impresiona desde el primer momento por su geología: un barranco profundo y majestuoso que recoge varias fuentes de agua, lo que históricamente lo convirtió en un enclave ideal para la agricultura.

Para poder cultivar en un terreno tan abrupto, los habitantes tuvieron que construir terrazas, algunas de ellas sorprendentemente altas. El resultado es un paisaje que es a la vez funcional y de una belleza extraordinaria, un ejemplo perfecto de cómo el ser humano ha sabido adaptarse a su entorno.

Durante la visita descubriremos también una tradición que refleja esa misma adaptación: el salto del pastor. Este antiguo método de desplazamiento, basado en el uso de una larga lanza llamada astia, permitía a pastores y vecinos moverse con agilidad por terrenos escarpados. Hoy se ha convertido en un deporte federado, pero conserva toda su esencia ancestral. Un experto en salto del pastor os iniciará en este arte en las antiguas terrazas de cultivo, un escenario perfecto para comprender su utilidad.